sábado, 20 de abril de 2013

Mi crítica al mundo

A veces quiero hablar del pasto, que me llena cada vez que es más verde, pero si no lo han vivido siempre sonará cursi y cliché. Es que a veces me hace llorar, los árboles, el viento, las flores, la tierra fértil que complementa y absorbe cada alma que ha llegado a la tierra en son de guerra... y vuelve a sonar cursi. Quisiera poder describir como es que siento vida con la misma vida, con las cosas que respiran, con las cosas que crecen y fundamentan su existencia permitiéndome entender también la mía. Las nubes, el cielo, la lluvia, el sol, la luna, las estrellas, los truenos, los rayos y relámpagos, los insectos, son un misterio que además de causarme intriga me llenan de emoción (super emo yo), el paso del tiempo, de mis años, de mis vidas... me han hecho entender que NO TENEMOS DERECHO A NADA. Que no tenemos derecho a suplantar el pasto por el cemento, que no tenemos derecho a cortar un árbol o quemarlo, no tenemos derecho a quitar casas, a desgarrar el suelo natural que tiene un ciclo perfecto e inexplicable, no tenemos derecho a contaminar el aire para contaminar nuestras vidas y desgracias, no tenemos derecho a planear guerras por conflictos políticos, mátense entre políticos porfa, y hágannos el favor a todos. No tenemos derecho a tirar piedras, no tenemos derecho destruir vida para construir muerte, no tenemos derecho a creernos dueños de vidas que no nos pertenecen y que además matamos lentamente para poco a poco llegar a nuestro propio fin ¿irónico no? destruimos y volvemos a crear para terminar mediocremente humanos ineficaces ¿Por que? ¿Por que nosotros mismo nos llevamos a la destrucción, al odio, a la competencia, a la ignorancia, a la suciedad, al descontento y depresión, a las ciudades grandes pero infelices e ineficaces, al aprovechamiento social y político, a pisar al otro, a creerse mejor que el otro, a discriminar por ser discriminados, al resentimiento, a la avaricia? Recuerdo a los quince años haberle escrito una carta a mi madre, y dentro de ella me preguntaba si Dios debería estar orgullo y feliz por los logros y avances de su propia creación: el ser humano, o debería estar triste y enojado, porque hemos destruido todo lo que él nos había entregado con tanto amor, porque hemos mal aprovecha y utilizado recursos naturales, progresivos, renovables, inofensivos y a cambio les tenemos miedo y los destruimos (¿Ves madre que no fue un capricho?). Por sobre todas las cosas, disfruto de la naturaleza y su lenguaje, de los temporales sureños y los días de sol que revitalizan, disfruto de las nubes que reflejan el sol y se mueven siempre vivas, disfruto de los insectos y su manera colectiva de vivir con la naturaleza, disfruto de los cerros y los árboles que hablan siempre imponentes y perceptivos, siempre están tratando de decirnos algo y por sobre todo: a entregarnos, a entregarnos y nosotros no damos nada a cambio. ¿no les gusta sentir el viento en la cara? ¿no creen que depende de ustedes también que ese aire sea limpio y puro? ¿no les gusta sacar fotografías de lugares maravillosos? ¿no creen también que depende de ustedes que también tengamos un lugar maravilloso? Y cuando encuentro a gente buena, a gente realmente buena, vuelven mis esperanzas por un futuro lleno de amor, tengo la certera esperanza que algún día la gente cambie (o muera) para que abran los ojos en son de reflexión, para que la política no se llame más política, para que las guerras no sean más un método de soluciones, para que las armas sean abolidas dentro del sistema de "protección" y resguardo policial, social etc que los delincuentes sean tratados, ya que un método de encierro no sana a nadie, solo ayuda a alimentar la locura, el resentimiento y la contaminación del alma... Estamos tan mal. Pero aún así me pregunto, si no existieran todo este tipo de errores y desordenes humanos ¿de que aprenderíamos? ¿Cómo evolucionaría el ser humano? ¿Cómo nacerán los grandes luchadores y redentores en pros de una sociedad positiva y llena de amor? ¿Cómo nos daríamos cuenta de que hay que cambiar y ser mejores?
Me gustaría cortarle la cabeza a todos, creo que viviríamos mucho mejor. (punto)

domingo, 7 de abril de 2013

Domingo


(...) 

Pretendo seguir siendo yo, seguir fluyendo por la vida como el agua que nunca para. Seré fuego cada vez que desde mis venas se prendan las más íntimas pasiones carnales, y cuando sea tierra, será porque esté mareada de llevar tanto tiempo siendo aire, y recogeré del suelo y la arena cada grano que hayas pisado para ver si te ayudan a sentir las cosas como yo y te conviertes en agua para fluir sin pensamiento. Para que sea más fácil ser solo uno.

No pretendo alejarte, mucho menos asustarte, pero si Pedro de Valdivia hablase cada domingo, te confesaría varios de mis secretos y quizás... quizás así... no... no.