viernes, 12 de agosto de 2011

Anti-Celos

Si hay algo que puedo asegurar, jurar e incluso dar mi vida por ello, es reconocer que jamás antes había sido celosa, jamás, never. Es que para mí los celos eran una cuestión de inseguridad, de infantilísmo, falta de confianza, de inestabilidad emocional y una baja autoestima, de hecho lo es. Jamás fui celosa con alguna pareja, y es que realmente siempre me sentí segura en las pocas relaciones que he tenido (Relaciones serias)... pero todo comenzó a cambiar cuando mi última pareja se caracterizaba por ser celoso, las peleas constantes eran rutina, y no podía hacerlo comprender que sus celos solo era inseguridad de parte de él. La relación comenzó a ser tortuosa, tóxica, hasta que comencé a caer en su juego, fue cuando el comenzó a exigirme que me convirtiera en su dueña que luego me vi envuelta de celos rotundos que trataba constantemente de controlar, él había logrado lo que quería. Sentí que había retrocedido tremendamente en el ámbito personal, me sentía insegura, inestable. Luego de esa relación, renuncié a las relaciones amorosas serias, es que quería realmente disfrutar, no quería celos, no quería shows tortuosos, ni culpas.

He vivido la vida como nunca antes, no existían los enganches amorosos, y es que como se que el hombre perfecto no existe, estaba con la idea clara que nadie era lo suficientemente bueno para mí, y eso me ayudó mucho inconscientemente a solo disfrutar el momento. Ya, si, bares y bares nos vieron pasar, pubs, discos, casas, fueron los lugares en que hacíamos de las nuestras. Hasta que erróneamente llegué a un lugar y miré dónde no debí haber mirado. Y ya, okey, tenía completamente claro que yo para relaciones no estaba (y no estoy) pero inevitablemente ésta persona revolucionó todas mis hormonas, no digamos que era un Don juan si de seducción se trataba, ni un romanticón que te regala flores y te invita a algún lugar, ni de esos que te dicen cosas lindas, todo lo contrario. Adoraba la forma en que nos "complementábamos", como nos veíamos, nuestras juntas improvisadas y las indiferencias mutuas que por lo menos a mi me provocaban escándalos.
Comencé a sentirme en las nubes, e inevitablemente le rogaba a mi misma que no olvidara que esto no era nada serio, que no podía sentir nada fuerte, ni que me enganchara, porque realmente me daba cuenta de lo que realmente era él, así que rogaba para no hacerme ilusiones mientras saltaba en una pata cuando nos veíamos. 
Creí por mucho tiempo que la vida de los rockstars en las películas, estaba totalmente idealizada y estereotipada, que ellos eran personas completamente normales con una vida normal, pero no, es tal cual sale en las películas y este rockstar no era para mí, no mientras yo siguiera queriendo más. 
Y no pude evitar sentirme una estúpida mientras sus pasos de baile lo combinaba con el de otra. Me dolió. ¡Auch! no sabía si ir y mandarle un combo, o llegar y besarlo para demostrar que él era mío... pero la verdad es que no era ni es mío, no tenía derecho a alegar nada, pero me dolía tanto ver todo lo que estaba viendo y me odiaba a mi misma por sentir lo que estaba sintiendo, por darme cuenta que había pasado a ser una patética celosa, infantil e insegura, y peor aún, sentirme dueña de una persona que además no comparte los mismos sentimientos que yo. Y pensaba, que si esto hubiera pasado en otra época de mi vida, jamás hubiera sentido estos odiosos celos.
A mi ex le agradezco tremendamente la herencia que me dejó, me la meto por la... y es que hoy mismo comienzo terapia Anti-Celos.

martes, 9 de agosto de 2011

Aquí no hay nada de cursi!

Ni con canciones cursis te recodaba (te recuerdo), ni siquiera el rock se impregna en mis venas para llevar a mi cabeza tu figura desfachatada y verte sonreir a oscuras. Ni el son de los tambores le pone un título a tu imagen que pocos admiran como yo. No hay melodía, no hay canción que me recuerde a tí, no existe canción para tu recuerdo, simplemente te recuerdo igual, solo que no necesito una canción para torturarme los pensamientos imaginando algún momento de reencuentro contigo, basta con recordarte como siempre: En el mismo lugar, en el mismo asiento, tus manos activas, el sudor de tu frente, tus labios tensos y luego relajados, tu cabello vivo y volando. Y sin música de fondo, ninguna canción. O sea, música había, pero no en mi mente. ¿Y es que se puede recordar así? 
Luego de tu muerte inesperada y confusa, fue mi muerte un componente claro a tus recuerdos vivos que indagaban y escudriñaban cada pensamiento tuyo y mío. Morimos. ¿Se puede? fugaz y rápido, pero aún espero tu resurrección y la mía, mutua si es posible, unida y de la mano, pero sin canción de fondo ni alguna que me recuerde a tí... en todo caso, no hay canción que me recuerde a tí, y eso aliviana tremendamente mis pensamientos y emociones, y es que me carga a veces sentirme vulnerable producto de mis emociones, de los sentimientos involuntarios que impulsan acciones torpes, que solo conllevan a un adiós sin mirada en un contexto completamente ruidoso y poco personal. Pero vah... desde el momento que desperté a tu lado me sometí a todo aquello.
Una vida caoticamente poco convencional, pero llena de risas y momentos que supuestamente fueron reales "Si cerati estuviera aquí rogaría por ser mi mejor amigo"  me dijiste mirándome a los ojos, lleno de risa involuntaria pero tan bien recibida... "Sin humo no hay madera, y sin madera no hay casa" Subiste una ceja ante mis palabras que sólo yo pretendía enterder, es que en realidad no quería que me entendieras... pero ineviblemente quería que leyeras mis pensamientos que, involuntarios me hacían querer todo de ti. Tan tonta, queriendo que leyeras mi mente, como si yo leyendo la tuya descubriera que en realidad sólo había ropa femenina, mujeres, alcohol, droga y cama... pero la verdad era otra, me sorprendía al leer palabras que inconfundibles entregabas a mis ojos sin darte cuenta... y disfrutaba de esos momentos en que sin esperar nada y con una idea clara, me llegaban alavanzas hacia tu persona. Eso me llenaba mucho más que imaginarte en las alturas esperando por mí. Ya okey, toda esta nueva forma de despertar me estaba volviendo completamente irrelevante, creo... o todo lo contrario, Cerati me lo dijo y yo le hice caso. 
Tu recuerdo pretende ser original, es que sin música lo es, así no me desgarro cada vez que escuche esa "supuesta canción que me recuerde a tí" porque no hay canción, ¡Uf! me siento aliviada.